O Concello participará na homenaxe a Ángel Cariño López, o cariñés que loitou na Segunda Guerra Mundial e que vén sendo actualidade gracias a investigacións recentes que aportan unha valiosa información sobre a súa figura. Diversos xornais, entre eles El País hai xa máis dun ano, fixéronse eco desta interesante figura.
A xornalista Antía Díaz Leal plasmou o pasado domingo nas páxinas de
Cariño homenajeará a su héroe
El percebeiro que luchó en
Su carné de refugiado indica que nació en «
Treinta años después de su muerte, su patria chica está a punto de rendirle un homenaje. Tras la petición realizada por la asociación coruñesa The Royal Green Jackets, el alcalde de Cariño, José Luis Armada, asegura que el Concello «va a participar activamente en este homenaje, asumiendo los gastos». Todavía está por determinar la fecha, que depende de la agenda de la asociación y el Ayuntamiento, pero el regidor apunta que será «en este mes de noviembre». Como también queda por fijar el lugar en el que se instalará la placa que recordará el cariñoso homenaje que rendirán sus vecinos a este militar, del que conocían parte de su historia «pero no todos los detalles», explica el alcalde.
En Cariño aún reside parte de su familia española. Su hija, Marina, y sus nietos. Con uno de ellos, Andrés Alonso Rodríguez, tuvo oportunidad de charlar estos días el programa Voces de Ferrol, en Radio Voz (105.4 FM). Andrés conoció a su abuelo en Francia. Allí se había ido a vivir, en los 60, el hermano de su madre. Y posteriormente, su abuela, la primera mujer de Ángel. «Mi abuelo me venía a buscar a casa de mi abuela, vivían muy cerca, y así lo conocí». Y así se fue acercando también a la historia de un hombre que le despierta un profundo orgullo. «Porque luchó por las libertades sociales de las que hoy disfrutamos todos», asegura.
Recuerdos familiares
Parte de la historia de Ángel la ha ido conociendo gracias a lo que le contó su familia. Su madre y también su tío, que sigue viviendo en Francia. Pero los huecos los han llenado también los libros de historiadores e investigadores que, en los últimos años, se han ido acercando a aquellos españoles que, tras
Un héroe para Francia
Finalizada la guerra, Ángel vuelve a casarse y se queda en Francia, aunque no pierde el contacto con su familia gallega. Allí trabajó como obrero en una fábrica que él mismo ayudó a construir, tal y como ilustra una de las fotografías facilitadas por la familia. «Contaba con su reconocimiento de veterano de guerra, con distinción de héroe», como explica Andrés, «aunque los franceses son bastante chovinistas como para reconocer a los primeros españoles que entraron en París». Eso sí, desde hace unos años, una placa recuerda a