Recentemente, a acción solidaria dunha familia cariñesa mereceu a atención dos medios ó acoller cada verán a Valeira, unha nena rusa afectada polo desastre nuclear de Chernóbil. Hoxe
A reportaxe resulta conmovedora, especialmente fragmentos como este: “Cada verano desde hace cuatro años encuentra aquí un hogar alejado de las radiaciones, donde se desintoxica con el aire del mar y con el calor de la familia que la acoge”. Ou este outro: “Carolina, la hija mayor, colocó una hucha en la cocina para llenarla durante el invierno y poder así juntar fondos para pagar a Valeria parte del viaje desde Rusia. Dolores paga una hipoteca y trabaja limpiando casas, pero dice que antes de comprarle una videoconsola a una de sus hijas prefiere invertir sus ahorros en que una niña afectada por el desastre de Chernóbil ‘sea feliz’ en su casa”.
Dende aquí, facemos chegar a nosa felicitación a esta familia cariñesa.